BPM es una disciplina mundial que maneja la gestión de
procesos de negocio. Eso incluye modelar un proceso mediante un
diagrama, implementar su automatización utilizando un sistema BPM (BPM
Suite) y analizarlo para aplicar posibles mejoras. Por lo tanto, la
gestión de procesos de negocio es un ciclo que es medido y corregido
constantemente para aumentar la eficiencia interna de una organización,
la satisfacción de los clientes y la competitividad en el mercado.
Como
proceso de negocio se entiende cualquier secuencia de actividades que
realiza su empresa para lograr un objetivo. A menudo involucra varios
roles y personas de la organización que trabajan en conjunto para pasar
por todas las etapas de proceso y en última instancia alcanzar su fin. A
modo de ejemplo, una solicitud de cotización de un cliente es un
posible proceso que podría ser automatizado utilizando tecnología BPM.
Ejemplo de proceso diagramado mediante BPM |
Tras diseñar un diagrama que ilustre las etapas
y funcionamiento del proceso seleccionado, sigue la automatización.
Automatizar un proceso significa ingresarlo en un software BPM para que
cada etapa y tarea llegue a la persona responsable de forma automática.
Todas las instancias del proceso son guardadas en el sistema, junto con
la documentación relacionada y el historial de actividad.
Bien, la etapa final consiste en monitorear el funcionamiento del
proceso para así identificar posibles mejoras y correcciones. Es posible
medir la duración promedio del proceso, qué etapa y persona fue más
ágil y cuál requirió de un mayor tiempo, identificar posibles “cuellos
de botella”, comparar datos objetivos con instancias o procesos
anteriores y llevar un registro digital desde el inicio hasta el fin.
No es posible crecer gestionando los procesos manualmente, menos en la actualidad.
Herramientas como el mail o planillas Excel son soluciones temporales pero nos ayudan en cada proceso que tenemos.
Las planillas Excel crecen hasta hacerse inmanejables y pierden su
utilidad. Algo similar pasa con los mails.
Resulta claro que es
imposible que un emprendimiento crezca más allá de cierto porte a menos
que logre optimizar sus procesos.
Esto se hace en cuatro etapas, que son
los pilares de la disciplina de BPM:
- Modelar los procesos mediante un diagrama, que permita visualizar cómo funcionan.
- Automatizar los procesos mediante un sistema informático central, donde los diferentes participantes de cada etapa puedan hacer su parte del trabajo.
- Medir tiempos y cantidades de trabajo realizadas, para extraer conclusiones objetivas sobre dónde mejorar.
- Optimizar, introducir las mejoras derivadas del análisis anterior para mejorar el proceso.
Una PYME es quien más necesita mejorar sus procesos en orden de ser más
competitiva y así poder crecer rápidamente. No hay porque esperar
a crecer para ordenar, pues puede ser demasiado tarde.
Para competir y sobrevivir, las PYMES son quienes primero deben
gestionarse por procesos, de cara a maximizar la satisfacción del
cliente y su eficiencia interna, claves ineludibles para crecer.
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